Daniel

Reforma integral de un ático

Situación: Barcelona, (España)

Equipo: marmarcos

Cliente: Daniel

Superficie: 58,25 m2 (Terraza 15,05 m2)

Fecha: octubre 2014

Tipo: Reforma integral (arquitectura e interiorismo)

Estado: Obra Finalizada

Concepto:

Se trata de la reforma integral que le hicimos a Daniel, un ático de los años 30 con terraza.

Sesenta metros cuadrados distribuidos en tres dormitorios, sala, cocina y baño. El acceso a la terraza se realizaba a través de una puerta pequeña. Sorprendentemente se trataba de un ático oscuro.

El proyecto tenía que conseguir que el interior fluyese hacia el exterior, hacer la vivienda más partícipe del exterior. Para ello conseguimos crear un banco en la sala a nivel del pavimento de la terraza, encastando en él las guías de la balconera de dos hojas correderas, que al abrirlas se esconden en el muro de fachada. Cuando la balconera está abierta la sensación es que el pavimento exterior se prolonga hacia el interior. El espacio interior fluye hacia el exterior y viceversa.

En el comedor intentamos conseguir algo similar pero con otro sistema constructivo. Creamos una mesa de estudio que al salir a la terraza se convierte en un banco - chillout. La continuidad visual la conseguimos a través de un vidrio fijo sin marco perimetral, enrasado a la mesa interior y al sofá exterior. Esta ventana se convierte en un auténtico mirador que enmarca la montaña del Tibidabo.

El programa funcional que necesitaba el cliente era básicamente conseguir un dormitorio principal con baño, una habitación de invitados, un aseo de cortesía y una cocina amplia para poder desarrollar su afición culinaria.

La puerta de acceso se abre directamente a la sala, para diferenciarla de ésta, creamos un mini-vestíbulo bajando el falso techo y colocando un felpudo de coco encastado en el pavimento.

El salón queda separado del comedor por un muro de carga existente imposible de apear en su totalidad.

El comedor se convierte en un espacio distribuidor que da acceso al dormitorio principal, al dormitorio de invitados y a un espacio office que a su vez distribuye el acceso a la cocina y al aseo de cortesía.

Esta zona office contiene dos vinotecas totalmente integradas en el mobiliario, cuando la puerta corredera de la cocina está abierta este espacio se transforma en una extensión de la cocina ya que el sobre de silestone une las dos zonas y visualmente tiene continuidad a través de un cuadrado fijo de vidrio transparente encastado en este y en los muebles altos. Cuando cerramos la puerta corredera este vidrio fijo se une a otro igual que está integrado en la misma puerta, con ello conseguimos que la luz natural que entra por la ventana de la cocina acceda a este espacio dándole luminosidad natural. Este espacio nos sirve para no acceder directamente a la cocina y al aseo des del comedor. La cocina es alargada y contiene una zona de lavadero que queda escondida detrás del aseo. En el aseo de invitados utilizamos materiales más atrevidos que en el resto de la vivienda donde impera el blanco y los materiales naturales.

El dormitorio principal y el de invitados se comunican a través del baño de la suite.

El dormitorio de invitados lo situamos en el antiguo lavadero rodeado de muros de carga. Conseguimos convertir ese espacio en una cama con un gran ventanal.

Se trata de una vivienda llena de detalles, como las librerías con iluminación indirecta que se colocaron debajo de las ventanas del dormitorio principal, ocupando el espacio de la cámara de aire.

El pavimento de todo el piso es de roble natural de lama ancha, en la cocina, zona de la ducha y sanitario se colocó pavimento porcelánico que imita la piedra natural en diferentes tonalidades.

Puertas y armarios sin tiradores, iluminación indirecta o encastada situada en lugares estrtégicos.

El resultado un ático luminoso con vistas al Tibidabo.